viernes, 23 de octubre de 2009


No cierres tus ojos


VIDAS INVISIBLES

MUERTES NO PUBLICABLES

Siempre me llamó la atención las palabras de los familiares y periodistas cuando asesinan a un joven de clase media o alta: “Era un buen chico”, “Estudiaba tal carrera”, “No se drogaba”, “No tomaba alcohol”, “Era un chico normal” (¿?)…

En esos momentos, un pensamiento invade mi mente: ¿Por qué no se muestran o cuentan los hechos cuando el que muere es un “don nadie” (para decirlo cruel y tristemente real).
“Era bueno”, “estudiaba”, “no se drogaba”. Entonces lo que nos da a entender es que “si se droga”, “si no estudia” ¿No merece una justicia social y un conocimiento público? No quisiera pensar así, pero la lógica no me deja otra opción.

En primer lugar, me parece más que correcto que los medios de comunicación cuente el hecho, o mejor dicho, la tragedia, porque puede ayudar a concientizar y encontrar a los asesinos; pero por otro lado, me pregunto: ¿Por qué siempre nos enteramos de los asesinatos a los jóvenes que pertenecen a barrios donde la plata no falta? ¿Por qué sólo de esos casos?
Parece que la gente que no tiene, no puede formar parte de la sociedad: sus tragedias no son contadas ¿Son los medios de comunicación los que invisibilizan a estas personas? ¿Tendremos algo de culpa nosotros?

La cantidad de jóvenes que son asesinados como perros cada día en los barrios humildes me produce escalofrío – y lo sé porque conozco gente que trabaja allí-. Más me choca que obviemos a esos otros, los que en realidad no tendrían que ser “otros” sino parte de nosotros. Alguna que otra vez he oído o leído que mataron a uno de “esos pibes” pero no se comunica de la misma manera ni tiene la misma trascendencia. Los casos que logran producir lágrimas en los medios son siempre víctimas de la clase media o ese otro que logró conmover a este sector.
Por ende, entiendo que hay que tener cierto poder económico o de posición dentro de la sociedad para que un crimen salga a la luz ¿No podríamos entender acaso como crimen a aquellos que mueren de hambre o viven en condiciones infrahumanas?
Voy a confesar algo que quizás me da un poco de pudor contar pero no puedo alejarme de esa parte de la sociedad a la que pertenecí mucho tiempo. De a poco estoy abriendo los ojos y por más que suene algo careta hoy me siento más comprometida con TODA la sociedad argentina, sea del nivel económico que sea. Quizás es que mi entendimiento cambio porque hoy le doy valor a la palabra Vida, en todo su aspecto. Paso a contarles: el día de la tragedia de Cromañón estaba con unas amigas y cuando prendimos la tele y vimos a gente corriendo por el incendio (y todo eso que no hace falta recordar)…alguna dijo: “Es en Once, alguna bailanta seguro”. Ipso facto apagamos la tele. Por un llamado telefónico nos enteramos que era un recital en el que podrían estar “nuestros pares” y ahí recién nos interesó lo sucedido y hasta nos angustió (sí, se que lo que leen es muy nefasto, pero no puedo ser hipócrita conmigo misma…con mi persona de ese entonces).
No me culpo por aquel pensamiento de los 19 años pero si lo pienso hoy, a la lejanía y con la madurez que me dejó aprehender otras Vidas, me avergüenzo de mi misma (por suerte).
¿Qué nos pasa? ¿Necesitamos la identificación para conmovernos? ¿Necesitamos que a “un par” le hagan algo para hablar sobre “la inseguridad que hay en este país”? ¿Somos tan básicos?
No tengo las respuestas, lo que sí sé es que eso que pensé años atrás…hoy mucha gente, sin importar la edad, lo siente…y hasta he escuchado frases como “mejor, uno menos”.

1 comentarios:

Chino dijo...

Me gustó la nota. Gracias a tu buen análisis saqué algunas conclusiones. La sociedad actual necesita de nombres que puedan entrar en cierto status social. Los medios de comunicación no se encuentran excentos de eso: parecería de este modo que los pobres no ríen, no lloran, y no son víctimas de una inseguridad que en todo caso es para todos.