lunes, 12 de julio de 2010


Matrimonio entre Gente Rara


Estoy completamente a Favor de permitir el Matrimonio entre Católicos.

Me parece una injusticia y un error tratar de impedírselo.
El catolicismo no es una Enfermedad. Los católicos, pese a que a
muchos no les gusten o les parezcan extraños, son personas normales y deben
poseer los mismos derechos que los demás, como si fueran, por ejemplo,
informáticos u homosexuales.
Soy consciente de que muchos comportamientos y rasgos de carácter de
las personas católicas, como su actitud casi enfermiza hacia el sexo,
pueden parecernos extraños a los demás. Sé que incluso, a veces, podrían
esgrimirse argumentos de salubridad pública, como su peligroso y deliberado
rechazo a los preservativos. Sé también que muchas de sus costumbres, como la
exhibición pública de imágenes de torturados, pueden incomodar a
algunos.
Pero esto, además de ser más una imagen mediática que una realidad, no
es razón para impedirles el ejercicio del matrimonio.
Algunos podrían argumentar que un matrimonio entre católicos no es un
matrimonio real, porque para ellos es un ritual y un precepto
religioso ante su dios, en lugar de una unión entre dos personas. También, dado que
los hijos fuera del matrimonio están gravemente condenados por la Iglesia,
algunos podrían considerar que permitir que los católicos se casen
incrementará el número de matrimonios por "el qué dirán" o por la
simple búsqueda de sexo (prohibido por su religión fuera del matrimonio),
incrementando con ello la violencia en el hogar y las familias
desestructuradas. Pero hay que recordar que esto no es algo que ocurra
sólo en las familias católicas y que, dado que no podemos meternos en la
cabeza de los demás, no debemos juzgar sus motivaciones.
Por otro lado, el decir que eso no es matrimonio y que debería ser
llamado de otra forma no es más que una manera un tanto ruin de desviar el
debate a cuestiones semánticas que no vienen al caso: aunque sea entre
católicos, un matrimonio es un matrimonio, y una familia es una familia.
Y con esta alusión a la familia paso a otro tema candente sobre el que
mi opinión, espero, no resulte demasiado radical: también estoy a favor
de permitir que los católicos adopten hijos.
Algunos se escandalizarán ante una afirmación de este tipo. Es
probable que alguno responda con exclamaciones del tipo "¿Católicos adoptando
hijos?
¡Esos niños podrían hacerse católicos!".
Veo ese tipo de críticas y respondo: si bien es cierto que los hijos
de católicos tienen mucha mayor probabilidad de convertirse a su vez en
católicos (al contrario que, por ejemplo, ocurre en la informática o
la homosexualidad), ya he argumentado antes que los católicos son
personas como los demás.
Pese a las opiniones de algunos y a los indicios, no hay pruebas
evidentes de que unos padres católicos estén peor preparados para educar a un
hijo, ni de que el ambiente religiosamente sesgado de un hogar católico sea una
influencia negativa para el niño. Además, los tribunales de adopción
juzgan cada caso individualmente, y es precisamente su labor determinar la
idoneidad de los padres.
En definitiva, y pese a las opiniones de algunos sectores, creo que
debería permitírseles también a los católicos tanto el matrimonio como la
adopción.
Exactamente igual que a los informáticos y a los homosexuales".

por: Anónimo

(Este mail llegó hoy a mi: sin firma pero con identidad. Vale la pena: Reflexionar)

1 comentarios:

Periodistas Prensa Digital Argentina dijo...

No estoy de acuerdo con la nota... mirá si los hijos no salen bien...quién se va a hacer responsable de esas criaturas. Tal vez sea mejor q no puedan adoptar a ver si los contaminan con sus costumbres y después hay más católicos (por Dios se me pone la piel de gallina de solo pensarlo). Es preferible q los chicos sigan en la calle mendigando y sin un destino cierto antes q caigan en las redes de gente q cree en "cosas sobre naturales".